Con el paso de los años

...

El tiempo no deja de avanzar, y, a su paso, nos encontramos con cambios en nuestra familia, cuerpo, mente. De pronto, la memoria puede empezar a fallarnos, y los movimientos comienzan a costarnos más. Los seres queridos a nuestro alrededor se dan cuenta de cómo poco a poco nos puede costar más recordar anécdotas, nombres, personas y fechas.
Es sin duda un momento que nos agobia, sin embargo, la paciencia para nuestros seres queridos que están pasando por dicha etapa es crucial.
Con el mismo amor y dedicación que nos gustaría recibir cuando grandes, es posible hablar, explicar, ayudar, para así hacer el proceso del envejecimiento más amable, digno, siempre en compañía de la familia.
También es importante identificar el momento en el que la calidad de vida podría ser mejorada por un especialista, siempre buscando el bienestar de nuestro familiar, y comprendiendo que son inevitables los cambios en nuestro cuerpo, en los que, de a poco, los órganos empiezan a necesitar atenciones diferentes, tratamientos, e incluso diferentes alimentos. No hay nada como hacerlo desde un lugar de amor, agradeciendo a nuestro familiar la paciencia a lo largo de los años.